Antes de nada me gustaría explicaros qué es el Anime y el Manga:
El Anime es un fenómeno cultural y de entretenimiento que tiene una gran popularidad a nivel internacional. Se trata de un arte en el que se emplea la animación de imágenes dibujadas con su propio estilo japonés, y que está vinculado al Manga (las historietas japonesas.)
Pero, ¿Por qué se han vuelto tan importantes para la economía japonesa?
El primer ministro japonés Taro Aso, un fanático declarado de las historietas manga, ha destacado la importancia del Manga y del Anime como vía para impulsar la economía del país. Es más, el multimillonario plan de estímulo económico incluye el objetivo de aumentar las exportaciones de todo este sector.
Taro Aso quiere que todo lo relacionado con los cómics, los dibujos y los videojuegos sea capaz de generar el 18% de las ventas al exterior frente al 2% actual.
Escena del Anime, "Rootnik" [2016-2016]
Al vincular esta popularidad de medios de entretenimiento con los negocios, quisieron crear un mercado de 20-30 billones de yenes (Más o menos entre 168.000,00 Euros) para 2020 y crear 500.000 nuevos empleos.
Por todo esto, la Agencia de Asuntos Culturales quiere cerca de 12.000 millones de yenes para construir un centro nacional de arte mediático que exhibiría la cultura japonesa contemporánea, como el manga, el anime y los videojuegos.
En mi opinión, creo que es bastante positivo que la animación y los cómics de este estilo puedan impulsar la economía de una manera tan favorable, y no sólo para Japón, sino para el resto del mundo, ya que actualmente hay compañías de todos los continentes que se dedican a realizar series y cómics del estilo, así como también empresas de desarrollo independientes (Indie) que tratan de crear obras de estos campos, (Sobretodo en el sector de los videojuegos) y que incrementan de manera considerable la economía de los países.
Aunque ésto también trae desventajas, como la censura que se da en algunos países por considerar algunos contenidos "Poco apropiados" y que dificultan a la hora de adquirir algunos productos de incuestionable calidad y, por supuesto, una pérdida económica fantasma del dinero que se podría haber generado comercializando dichos productos.
Entrada realizada por Sergio Muñoz Patiño, 1ºA.