La crisis del petróleo, también conocida como primera crisis del petróleo, comenzó el 23
de agosto de 1973 a raíz de la decisión que tomó la OPEP (Organización de
Países Árabes Exportadores de Petróleo) de no exportar más petróleo a los
países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur (Guerra de Israel
con Siria y Egipto). Esta medida incluyó a Estados Unidos y a sus aliados de
Europa Occidental.
El aumento
del precio más la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del
petróleo, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la
actividad económica de los países afectados.
Antes del
embargo, el Occidente industrializado, sobre todo Estados Unidos, solía
disponer de petróleo abundante y barato.
Entre 1945 y
finales de los 70, Occidente y Japón consumían más petróleo que nunca. Sólo en
Estados Unidos el consumo se había duplicado entre 1945 y 1974. Con un 6% de la
población mundial, EEUU consumía el 33% de la energía de todo el mundo. Al
mismo tiempo la economía norteamericana mantenía una cuarta parte de la
producción industrial mundial, lo cual requería mucha más energía.
Las
consecuencias del embargo fueron inmediatas, pues la OPEP obligó a las
compañías petroleras a aumentar los precios, de manera que el precio del
petróleo se cuadruplicó desde 1974 hasta llegar casi a los 12 dólares por
barril.
Los países
de Oriente Medio, que habían estado dominados por las potencias industriales
durante mucho tiempo, acababan de tomar el control de un producto básico. El
flujo de capital se invirtió y los países exportadores de petróleo comenzaron a
acumular una enorme riqueza.
En este gráfico
vemos la evolución de los precios del petróleo desde 1861 hasta 2011. La línea naranja
muestra el nivel de precios constantes ajustado según la inflación, y la línea azul
muestra los precios corrientes.
Entrada hecha por Estela Holgado (1ºA Bachillerato)
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