jueves, 27 de octubre de 2016

Obsolescencia Programada



 Obsolescencia Programada, ¿las cosas hechas para romperse?


Y es en el preciso momento en que llegamos "solos" al razonamiento: 'Si sale tan caro arreglarlo, ¡Mejor me compro uno nuevo!' cuando nos constituimos en una víctima más de la obsolescencia programada (OP), el motor secreto de nuestra sociedad de consumo.

Se denomina OP u obsolescencia planificada a la determinación, planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa de servicios durante la fase de diseño de dicho producto o servicio, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible. Esto es, los productos están diseñados y fabricados para no durar.

La OP surgió al mismo tiempo que la producción en masa y la sociedad de consumo, en la época de la revolución industrial, donde las máquinas producían más y más, a un ritmo que superaba la necesidad de los consumidores, entonces se necesitaba aumentar esa necesidad y que mejor idea que hacer que las cosas duren cada vez menos, para que la gente tenga que comprar más. ¿Qué idea más genial que hacer que la solución de la sobreproducción sea el sobreconsumismo?

El primer ejemplo que tenemos de OP a nivel histórico es el de la bombilla eléctrica incandescente, que podría haber durado más pero los empresarios del rubro limitaron su vida a unas 1000 hs.

Después de esto, y en forma progresiva, los grupos económicos dominantes, con estrategias similares a la utilizada con la bombilla eléctrica, fueron imponiendo el modelo de OP sobre todos los productos/servicios existentes. Así llegamos al día de hoy, donde todo está hecho para ser usado un breve lapso de tiempo y luego convertirse en basura, donde la OP se enseña en las escuelas de diseño e ingeniería camuflada bajo el concepto de "ciclo de vida del producto".
Ya quedaron atrás los días donde los hombres compraban un traje, por ejemplo, y este le duraba desde que se casaban hasta su propio funeral. Estamos en la era de lo desechable, los envases, envoltorios, platos, vasos, la ropa y demás se conciben como productos de "Usar y Tirar".

Toda está obsolescencia, valga la redundancia, está sumamente planificada, las empresas diseñan algunos de los componentes de sus productos específicamente para que se rompan y a la vez ponen precios sumamente elevados a los repuestos que corresponden, de manera que comprar una impresora nueva, por ejemplo, sale 500 euros y hacerla arreglar, con el riesgo que implica que se vuelva a romper pronto, sale 400 euros. Todo esto se hace con la sutíl esperanza de meter en nuestras mentes la idea de: 'Si sale tan caro arreglarlo, ¡Mejor me compro uno nuevo!'.

Por distintos medios (Medios de comunicación, cambios culturales, sensación de modernidad, etc.) se intenta que por alguna razón el cliente mismo se sienta insatisfecho con su producto y vaya en pos de uno nuevo, más innovador, más a la moda. Es el consumidor el que decide:"Este producto no me sirve más." Este es el modelo que se aplica a teléfonos por ejemplo, donde se seduce al "inocente", por no decir tonto, consumidor con nuevas luces de colores "obligándolo" a abandonar cada unos pocos meses su actual teléfono, aún funcional, en pos del último teléfono de moda (iPhone), entrando de esta manera en un ciclo que lo hace variar intermitentemente de "consumidor satisfecho" a "consumidor insatisfecho" y viceversa.

Ahora cada vez más dependemos de objetos para afirmar nuestra identidad, para afianzar quienes somos y nuestra autoestima, y esto no es una causa, es una consecuencia, porque el problema es que perdimos aquello que antes solía darnos identidad e intentamos reemplazarlo con un consumismo compulsivo que todos nos damos cuenta que no llena el vacío original. Ahora desvalorizamos las relaciones personales, familiares, los vínculos emocionales entre las personas y con la naturaleza y damos valor a cosas materias inservibles y descartables.
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Ahora para traer un poco de esperanza al post me pregunto: ¿Es viable una economía sin OP y sin su impacto sobre el medio ambiente? Lamentablemente me doy cuenta que todo está peor de lo que yo pensaba... Si no cambiamos temo que la posteridad no nos perdonará, nos odiarán por el estilo de vida destructivo y despilfarrador que llevamos, por los excesos que vivimos por los cuales destruímos su mundo...

Aquí os dejo un video que refleja perfectamente esta ideología de sociedad de consumo:
 
                                                 
                                                                                                                Por:
Daniel Tercero Fernández - 1ºB


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